
Una Semana Santa distinta
Muy distinta ha sido la Semana Santa este año 2020, debido a las medidas que se ha debido tomar, ante la Pandemia del Coronavirus. Los templos están cerrados, los ciudadanos están, mayoritariamente, cumpliendo cuarentena, ya sea voluntaria u obligatoria.
La liturgia, tan rica en significado y que adquiere verdadero sentido cuando participa en ella el pueblo De Dios, ha debido ser modificada en muchos aspectos. así ha sucedido en Roma, en las celebraciones presididas por el Santo Padre. Así ha sucedido en la arquidiócesis y así ha sucedido también en nuestra parroquia.
Nuestros sacerdotes han celebrado los ritos propios de este tiempo, con una muy limitada participación de fieles, pero han transmitido por streaming estas celebraciones, para que los fieles las pudieran seguir desde sus casas. De esta manera, aunque no sea en forma plena, los fieles han temido el consuelo de participar, de alguna forma, de estas celebraciones.
Pero nuestros sacerdotes consideraron que se necesitan algo más que eso. Y por eso, el Viernes Santo, a la hora en que tradicionalmente el Via Crucis recorría nuestras calles, ellos se desplazaron por distintas calles, tratando de llegar a la mayor cantidad posible de casas, llevando la medalla milagrosa y animando a los fieles, aunque fuera a distancia, pero en forma presencial, llevando también la bendición, en tiempos de tanta tristeza, preocupación y encierro… pero en que son tiempos también de esperanza y de resistencia.
En la noche de Sábado Santo, hemos celebrado la Vigilia Pascual y cada uno, cada familia, ha celebrado la Pascua, esta vez, de manera diferente.
¡Feliz Pascua de Resurrección!